Pocos poetas han llegado a calar tan hondo en el alma infantil como Lorca, que nunca pudo resignarse a la pérdida de su condición de niño. Su poesía viene determinada por esa radical frustración. Pero también poesía y vida constituyeron para nuestro poeta dos elementos indisociables y desde el comienzo de su actividad literaria nunca dejó de interesarse por los demás, pues no concebía su felicidad sin la felicidad ajena. La presente antología, rigurosamente preparada por el profesor E. Martín e ilustrada con los dibujos del propio poeta, pone al descubierto esa doble veta artística y humana. De ahí le viene a Lorca una fama tan extensa como merecida que lo ha convertido, quizá, en el poeta más entrañablemente popular de la literatura española.